Llevaba un tiempo retirado de este mundillo, pero la verdad es que me apetecía volver a tener una sesión, así que para evitarme sorpresas desagradables y no tirar el dinero, me decidí por Furia fuego.
Contacté con ella mediante Mail y WhatsApp.
Tenía en mente una cosa suave en la que predominara el fetichismo y cosas así, y así se lo indiqué.
Una vez ya metidos en materia, Se ha amoldó a dicha petición, adorando primero sus pies con los zapatos puestos, descalzándola después y dándole un masaje, y finalmente besando y lamiéndoselos. Después se sentó en un sillón y me utilizó de reposa pies, y más tarde me usó a mí mismo de asiento para seguir besándolos. En estas estábamos, cuando sugirió feminizarme un poco, a lo cual accedí.
Ya que es una práctica que casi no he realizado, y no me desagrada.
Me dió unas botas blancas altas, por encima de la rodilla, con un taconazo de vértigo, y unas braguitas minúsculas para que me las pusiera.
Me paseó por toda la estancia de esta guisa, yo intentando mantener el equilibrio como podía.
En un momento dado, me preguntó si había realizado alguna vez alguna sesión de bisexualidad, yo le contesté que, bueno, que nunca lo había hecho, pero que estaba ahí para lo que ella dijera, creo que ella ya lo tenía en mente bastante antes de que yo llegara y quería sorprenderme.
Llegó la persona en cuestión, y para preservar la intimidad, nos pusimos unas máscaras.
Nos dió sendos condones y nos ordenó que nos lo pusiéramos el uno al otro.
Lo de después, nos obligó a acariciarnos, y a felarnos.
En ningún momento hubo penetración entre nosotros.
Ella se reía de nosotros y nos controlaba.
En resumen, una experiencia muy humillante y sorpresiva, por lo inesperado de ella.
Se ajustó en, en su primera parte, a mis expectativas, Y su segunda parte, la de bisexualidad forzada, tengo que decir que me gustó más de lo que yo me podría haber imaginado. Oskar
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